Este ciclo de cine foro educativo,
trata de nuestra vida, de nuestra existencia; de las interrogantes más básicas:
Por qué, quien/qué y para qué de nuestro ser, de nuestra vida y nuestra
muerte... ¿Por qué he querido elegir este tema como último optativo para los
estudiantes de Pedagogía, futuros -espero- educadores y no sólo instructores?
Porque esto que nos pasa a todos, generalmente, no forma parte de las
temáticas, interrogantes o competencias requeridas y evaluadas a través de las
Mallas Curriculares Educativo Pedagógicas. Para muchos es claro que somos personas; pero…
a) ¿Qué significa ser
persona? ¿Qué sentido tiene el ser y existir como tal? ¿Qué deberes y derechos implica el ser quien soy?
b) ¿Quién soy yo, persona con
un modo único y consciente de ser persona que se pregunta “quién soy yo”? Sí,
soy persona como tú también lo eres, pero soy una personalidad; un personaje,
un modo único de ser persona en este Universo.
Tengo una biografía, una forma
única de existir mi vida: no ha habido, no hay, no habrá un idéntico a mí; es
más, cada segundo de mi existencia es único..
c) ¿Cuál es, entonces, el
sentido de mi ser, de mi existir? ¿Hay una ciencia o un saber que tenga poder
para develar todo sobre mi ser? ¿Cuán consciente somos nosotros mismos sobre
nosotros; sobre quién y cómo realmente somos; sobre cuáles son nuestras
potencialidades, sus alcances y el sentido que podemos y debemos darles? ¿Cuál
en mi misión; aquella que me realizará y, consecuentemente, hará feliz a mí y a
otros? ¿Qué estamos haciendo con
nuestras potencialidades; qué estamos haciendo de ellas?
d) Somos seres únicos,
idénticos sólo a sí mismo, por lo tanto y estrictamente, no cuantificables;
pues cada uno es uno, irreemplazable… A lo largo de nuestra vida, de nuestra
existencia, vamos tallando, más o menos conscientemente, nuestra biografía
también única, diversa, íntima; llena de misterios, vacíos, luces y sombras,
finitudes e infinitudes. Somos inabarcables para nosotros mismos; pues no
sabemos, a ciencia cierta, qué haremos ante situaciones que tampoco podemos
predecir nos deparará la vida… Cuántas potencialidades duermen, aún sin
despertar; sin ser puestas en acto… Consecuentemente, cuántas obras no verán
nunca su rrealización.
e) Únicos, íntimos, vamos construyendo mundos que se entrecruzan o entrelazan con otras historias personales y con la construcción de sus mundos y de otros mundos más o menos cercanos o lejanos: Otras biografías, otras culturas... Mis decisiones, lo que hago o dejo de hacer, mis sentimientos expresados o no, mis creencias y conocimientos (errados o no), mis actitudes, mis obras… se van entretejiendo en mi habitar en convivencia con otros seres. Creamos, eludimos o abiertamente destruimos vínculos más o menos privados o públicos, más o menos auténticos o inauténticos, más o menos parecidos o diversos, más o menos personales o impersonales, más o menos convenientes o poderosos; más o menos generosos, profesionales o simplemente útiles…
En verdad, muchas veces suplantamos o confundimos vínculos con relaciones, mezclas o yuxtaposiciones de poder, de mera conveniencia, de “sub-yugación”. Hoy, a través de la tecnología, las redes de “comunicación”, la forma en que exprese o no (si decido guardar silencio) lo que pienso, siento, creo, anhelo, temo, necesito… puede repercutir mínimamente o, impensable o no conscientemente, más allá de nuestro continente o en una zona muy profunda de la intimidad de un ser humano ; tanto positiva como negativamente.
f) La prudencia es la virtud
del saber elegir bien. Saber elegir qué,
quién, cuándo, cómo… Saber distinguir entre el verdadero bien y el aparente
bien; entre el bien y el mal; entre el
bien menor y mayor; el bien íntimo, el privado y el común; entre el mal, mal
menor y mal mayor. Debemos saber cuándo
estamos en condiciones de decidir o cuándo antes de decidir debemos adquirir mayores
conocimientos o buscar el consejo del más experto o del más sabio… También es verdad, que a veces, podemos encontrarnos
en situaciones límites que, además, no nos dan tiempo para consultar… En estas
ocasiones, no hay tiempo y el no actuar implica claramente un daño… Entonces, sólo queda pedir clemencia a un Ser
Superior o, si no somos creyentes en una realidad superior, sólo confiar en que
el Azar nos acompañe. Sea lo que sea, si
realmente no sabemos qué hacer y hay que actuar; el error no nos debe hacer
sentir culpables: No somos sabios, no podemos conocer todo sobre todo… Al lado
nuestro puede morir alguien de coma diabético por hipoglicemia, pues no
entendíamos lo que le acontecía y no sabíamos que con 3 cucharaditas de azúcar
o miel, o 150 ml ( ½ lata) de bebida no
light ni zero, se estabilizaría… No podemos saber todo de todo; pero vamos a
ser profesores – educadores y debemos preocuparnos de adquirir los
conocimientos que nos permitan enfrentar diversas situaciones que involucren a
aquellos con quienes nos hemos comprometido; en el aula y más allá de ella… Ser
autoridad en educación, es conocer la obra, esto es, conocer a nuestros
educandos. (La palabra autor-idad viene de autor. No en el sentido de creador de la obra, sino
de conocedor de su ser; de tal modo que puede guiarle en su propio caminar
hacia la verdadera “auto-nomía”; pues la educación es autoeducación.)
Leonardo Cohen canta Anthem
https://www.youtube.com/watch?v=ic2CySkEAlg
g) Si vamos al ámbito del
saber y del conocimiento en sus diversas formas, buscando cómo prepararnos para
enfrentar mejor los temas aquí sólo enunciados y que tienen que ver con
nuestras situaciones de vida, de existencia y convivencia, nos encontraremos
con diversas religiones o creencias, con la teología filosófica o natural, con
la ontología, la antropología filosófica, la ética, la antropología cultural,
la antropología médica, la bioética, la psicología, la medicina, la
parapsicología y… vinculado con todos estos, el arte en sus diversas formas. Aquí elegimos el cine, pues en él participan todas las artes.
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